Me he despertado sobresaltada, pero al darme la vuelta tú no
estabas.
- ¿Cómo es
posible? – me digo – Si hace un
segundo estabas conmigo…
No lo sé… No sé dónde estás… Te busco en la noche y solo
encuentro oscuridad.
Lloro, grito, chillo…
- No puede
ser – me digo a mí misma – No puede
ser real…
Entonces me despierto, oigo su respiración, siento su
aliento y su mano en mi pecho.
- Tranquila,
mi vida, sólo fue una pesadilla.
(Pero tú ya no estás…)